simultáneamente en tres ciudades europeas con la ayuda de dos robots que copiaron cada movimiento que él hacía.
Alex Kiessling trabajó este jueves en Viena mientras los brazos robóticos, conectados vía satélite, dibujaban en las plazas Trafalgar, de Londres, y Breitscheidplatz, de Berlín, exactamente el mismo cuadro, el cual consistió en tres rostros humanos, uno completo y a cada lado de él otro a la mitad.
Los espectadores en las capitales de Gran Bretaña y Alemania pudieron observar al artista en Viena en pantallas gigantes y viceversa, el público en Viena siguió los hechos en las otras ciudades.
"Los dibujos hechos por los robots son una parte del original que creé, pero se complementan y también tienen una función diferente", dijo Kiessling.
El artista, de 33 años de edad, usó un sensor infrarrojo para captar los movimientos de su pluma y envió la señal vía satélite a los robots, los cuales reprodujeron en lienzos las líneas que trazaba.
Kiessling afirmó que conforme fue aprendiendo a trabajar con los robots -tomó más de seis meses perfeccionar la técnica y el software-, fue preguntándose los conceptos de "original" y "copia".
"¿Qué es lo que las máquinas están haciendo?", preguntó durante una conferencia de prensa.
"Me parece que trabajando con las máquinas fue menos una copia y más como un clon".
Las tres versiones del cuadro de Kiessling serán unidas y exhibidas como un tríptico en Viena y Londres.
larazonsanluis.com
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