El Vaticano se convertirá este sábado en uno de los lugares desde los que se clamará por la paz en Siria, debido a la jornada de ayuno y oración que encabeza el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro. De este modo, culmina la intensificación de su llamamiento para evitar la intervención militar en el país.
De este modo, el Pontífice tiene previsto participar en toda la vigilia, que comenzará a las 19.00 horas, y contempla una procesión con un icono mariano, el rezo del Rosario, adoración y bendición eucarística y una meditación del Papa Francisco.
Además, cincuenta sacerdotes estarán disponibles para impartir el Sacramento de la Reconciliación a los presentes. También han sido invitados a unirse los fieles de otras denominaciones cristianas, miembros de otras religiones y los hombres y mujeres de buena voluntad.
En esta línea, el Pontificio Consejo para la promoción de la unidad de los cristianos y el Pontificio Consejo para el dialogo interreligioso han resaltado que "la paz es un bien al cual todos aspiran y todas las personas religiosas y de buena voluntad pueden ser solidarios en la esperanza que este bien esencial triunfe sobre cualquier forma de odio y de violencia".
Francisco también ha enviado una carta al presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, en la que pide a todos los líderes reunidos en el G20, que "dejen a un lado" la búsqueda "inútil" de una solución armada al conflicto de Siria y hallen una solución pacífica a través del diálogo y la negociación.
En la misiva, el Papa aprovecha para denunciar que es "lamentable" que desde el comienzo del conflicto en Siria, "hayan prevalecido intereses particulares" que "han impedido la búsqueda de una solución que hubiera evitado la masacre sin sentido que se está produciendo".
También, les recuerda que todos los gobiernos tienen "el deber moral" de hacer "todo lo posible para asegurar la asistencia humanitaria a todos los que sufren a causa del conflicto" tanto a aquellos que siguen dentro del país como a los que están "fuera de las fronteras".
Paralelamente, el Vaticano convocó este jueves a los embajadores acreditados ante la Santa sede para informarles sobre el sentido de la jornada de este sábado en una reunión a la que acudieron 71 de los 75 acreditados.
En el encuentro, encabezado por el secretario de las Relaciones con los Estados, Dominique Mamberti, se subrayó el deseo de paz en cada rincón de la tierra y de cada hombre de buena voluntad y se apuntó que en esta concreta situación histórica "marcada de violencias y guerras en muchos lugares, la voz del Papa se eleva en un momento particularmente grave y delicado".
"Ante estos hechos no se puede callar y la Santa Sede espera que las instituciones competentes sean claras", dijo Mamberti, al tiempo que reiteró la importancia del "cese la violencia, que siembra muerte y destrucción y que corre el riesgo de involucrar no sólo a los otros países de la región, sino tener consecuencias imprevisibles en varias partes del mundo".
fuente: yahoo.com
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